lunes, 26 de noviembre de 2012

ÁNGELES EN MISIÓN SECRETA


Muchos de  nosotros hemos hablado con un ángel, por lo menos una vez en la vida. Como no se ha mostrado como tal  no hemos sido conscientes de ello. En algún momento este misterio será revelado, y entonces nos sorprenderemos de la cantidad de veces que ha sucedido.

Esta es la parte del ministerio angélico que más llama mi atención. Se traduce en un servicio humilde, sencillo, abnegado, discreto, sin demostraciones de poder, anónimo y eficaz. Cuando los ángeles toman forma humana y se camuflan entre nosotros nos ayudan sin ningún protagonismo. Esta es la esencia de la verdadera grandeza que nos enseñó Jesús, "el cual, siendo de condición divina no quiso hacer de ello ostentación, sino que se despojó de su grandeza, asumió su condición de siervo y se hizo semejante a los humanos, y asumida la condición humana, se rebajó a sí mismo hasta morir por obediencia, y morir en una cruz." Filipenses 2,6-8

No sabemos cuántas veces nos hemos cruzado con ellos,  pero posiblemente más de lo que podamos sospechar o imaginar. Quizá con las citas que voy a compartir ahora con vosotros más de uno se dé cuenta del momento y el lugar en que eso ocurrió. Cuando leí estos textos me puse a pensar y a recordar, y me sorprendí.

Las dejo aquí para vuestra consideración.

"El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende" (Sal. 34:7). Dios envía a sus ángeles a salvar a sus escogidos de la calamidad, a protegerlos de "pestilencia que ande en oscuridad", y de "mortandad que en medio del día destruya" (Sal. 91:6). Repetidas veces los ángeles han hablado con los hombres como un hombre que habla con su amigo, y los ha guiado a lugares seguros. Vez tras vez las palabras alentadoras de los fieles, elevando sus mentes por encima de las cosas de la tierra, y los han inducido a contemplar por la fe las ropas blancas, las coronas y las palmas de victoria, que los vencedores recibirán cuando circunden el gran trono blanco. Hap 124" E. White en: La verdad acerca de los  ángeles. Pág. 23

"El Señor aguzará nuestras percepciones a fin de que comprendamos que estos seres poderosos que visitan nuestro mundo desempeñan una parte activa en toda tarea que nosotros consideramos como nuestra. Estos seres son ángeles ministradores que frecuentemente se presentan bajo la forma de seres humanos. Como si fueran extraños, conversan con quienes están ocupados en la obra de Dios. En lugares solitarios han sido los compañeros de un viajero en peligro. En barcos sacudidos por la tempestad, ángeles bajo la forma humana han dirigido palabras de ánimo para disipar el temor e inspirar esperanza en la hora de peligro, y los pasajeros pensaron entonces que se trataba de alguno de ellos con quien no habían hablado antes.-ATO 82." E. White en la obra citada en la página 304-305.

¿Qué os parece? Lo encuentro muy interesante. Posiblemente sólo necesitemos hurgar en nuestros recuerdos para sorprendernos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigos, ésta es una experiencia compartida y vivida con un amigo hace 11 años.
Yo estaba inscrita en una web cristiana donde se debatían temas bíblicos. Allí había gente evangélica, adventista, católica… en fin, un poco de todo.
Yo participaba en las discusiones, pero no mantenía correspondencia privada con nadie de la web. Un buen dia apareció un personaje extraño, un joven que decía no creér en Dios y que siempre buscaba polémica y enfrentamiento. Sus escritos desprendían mucho resentimiento. Yo quería dejar de responder a sus comentarios, pero una voz me susurraba en el oído una y otra vez que no lo hiciera, que siguiera respondiéndole, que lo ayudara…
Amigos, esa voz era tan real cómo si alguien estuviera a mi lado y me incomodaba bastante porque me decía que hiciera algo que yo no quería hacer. Aunque lo que más me sorprendía era que las respuestas que yo le enviaba a aquel chico me dejaban boquiabierta, ya que no parecían escritas por mi, me venían a la mente cosas que hasta me sorprendía que supiera.
Empezamos a escribirnos e-mails privados, largos correos donde pude ir comprobando poco a poco el cambio de pensamiento que se iba produciendo en esa persona.
Un dia me dijo: Ahora que tengo confianza contigo voy a contarte algo que me ocurrió poco después de conocerte en la web.
Yo pensé… ¿Qué será eso que quiere contarme? Me invadía la curiosidad.
Me contó que un dia iba caminando hacia un acantilado con la idea de tirarse y acabar para siempre con su angustiada vida. A medio camino, mientras atravesaba un parque bastante frecuentado, a la distancia se fijó en un par de viejitos, un hombre y una mujer sentados en uno de los bancos por donde el tenía que pasar. Justo cuando él pasaba por delante de ellos, el viejito se levantó y lo paró y después se acercó también la mujer.
Le dijeron: disculpe muchacho, Dios nos envió aquí para hablar con alguien, pero no sabíamos con quien hasta que le vimos a usted.
Cómo el parque era bastante frecuentado, esta afirmación captó su atención.
El viejito le dijo: Sabemos que necesita usted ayuda, tenga fé, Dios le acompaña.
Entonces le regalaron una Biblia diciendo: Mire joven, esta Biblia era de nuestro hijo que murió, queremos que la tenga usted, guárdela y estúdiela.
Este chico quedó tan impactado que decidió volver a casa. Los viejitos le habían dicho que pertenecían a una iglesia evangélica y que estaban alojados en un hotel porque estaban allí de voluntariado.
Al llegar a casa el chico guardó la Biblia en una estantería y siguió con su vida, muy triste porque debía dinero y las relaciones familiares eran tremendas.
Al cabo de una semana se acordó de la Biblia al verla sobre la estantería y la cogió para mirarla. Al abrirla encontró un sobre y dentro del sobre, dinero. Corrió al hotel donde los viejitos le habian dicho que se alojaban para devolverles el dinero, pero nadie sabia de ellos ni recordaban haber visto a dos viejitos en esos días. Entonces se quedó con el dinero que era la cantidad que él debía y pagó su deuda. A partir de entonces sus conversaciones conmigo fueron mucho mas abiertas, yo le dije que fuera a una iglesia y que orase. El Señor tocó su corazón, y en todos estos años hasta el dia de hoy no ha dejado de creér en Dios y Él le ha bendecido con grandes éxitos en su vida.
Mi experiencia personal en este caso no es tan impactante cómo la suya, pero aquella voz que me decía al oído: Ayúdalo, escríbele, no te desentiendas…creédme que era bien real.
Esta experiencia me tocó profundamente. El siempre se refiere a los viejitos cómo los ángeles que le ayudaron.
Bien, esta es la experiencia que puedo compartir con todos vosotros.
Los ángeles existen y éstán entre nosotros para ayudarnos.
Un saludo para todos.

Carlos Catalán dijo...

¡Impresionante! Pone la piel de gallina. Tengo que dar muchas gracias a esta amiga que ha tenido el valor de compartir con nosotros este hermoso relato real. Me ha gustado mucho leerlo y confirma una vez más que Dios tiene siervos dispuestos a ayudar, y mensajeros que sirven a sus propósitos para el bien de sus hijos. Muchas gracias.

Karensú dijo...

Antes de conocer a Dios como lo conozco hoy en día, tuve una experiencia y hoy tras leer y conocer un poco más de la biblia se que fueron ángeles, quienes me rescataron.
Solía tomar un bus del trabajo a casa que me dejaba a pocas calles, por alguna extraña razón aquel día el bus tomó un recorrido distinto y me tocó bajar y hacer una larga caminata por una carretera oscura y poco transitada.
Extrañamente ese día había poco tráfico de coches por la carretera y no se veía gente por al rededor, de pronto se me fueron acercando y rodeando 3 muchachos que empezaron hacerme conversación, pero yo pasaba de ellos, caminaba más rápido y ellos también apresuraron la marcha; no me di cuenta en que momento un coche se me acercó, iban dentro 2 jóvenes que me dijeron con mucha confianza "Eh flaca, que haces por aquí a estas horas?" aquellos tres que me seguían se alejaron de inmediato y yo seguía caminando ahora asustada por el coche que empezó a rodar muy despacio junto a mi.
Cuando los otros se alejaron los dos del coche me dijeron "Preciosa, no vayas por esta zona sola, esos tres que te seguían son asaltantes, te querían robar" siguieron a marcha muy lenta hasta que llegué a una calle con mucha luz y transitada y de pronto echaron a andar a prisa y no me di cuenta cuando los perdí de vista, quizá fue por mis nervios.
Siempre quise poder contar mi experiencia, porque hoy estoy convencida totalmente que aquellos dos chicos del coche color vino, fueron ángeles que vinieron a rescatarme de lo que puedo ser una mala experiencia, aún sin estar dentro de la Iglesia el Señor ya me cuidaba, porque tenía planes para mi :)

Carlos Catalán dijo...

Muchísimas gracias por tu testimonio Karen. Yo tampoco dudo de que fueron ángeles. He oído experiencias similares en las que alguna o varias personas intervienen en momentos clave. En otro post contaré la que me pasó a mí mismo hace unos años.

Carlos Catalán dijo...

Extraordinaria experiencia. Muchísimas gracias por compartirla

Carlos Catalán dijo...
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