domingo, 27 de abril de 2014

ÁNGEL GUARDIÁN

Hola Carlos, te dejo esta experiencia que he tenido hace unos 4-5 años. Cuando pienso en ella no puedo evitar volver a sobrecogerme: para mí es como un recordatorio, a los largo de los días y de los años, del amor que el Señor tiene por nosotr@s. Espero que pueda ser útil para quien lo necesite.

Me encontraba en la zona de Cartagena, cerca de la Avenida de América, en Madrid capital. Era una tarde-noche de verano muy agradable: había habido una puesta de sol maravillosa; más tarde, y pese a la contaminación lumínica, pude vislumbrar algunas estrellas. Caminaba, de regreso a casa desde el trabajo, hablando con el Señor en ese tipo de conversación íntima que no se puede reproducir.

Me acercaba al paso de peatones que hay a la altura del metro Cartagena y que cruza la Avenida de América. La calle tiene dos carriles por cada sentido: por lo tanto, el paso de peatones tiene también una pequeña lengua de acera, dónde uno puede parar en el caso de que no le dé tiempo a cruzar los cuatro carriles de la vía.

Comenzando a cruzar la calle, los primeros dos carriles, estando el semáforo de los peatones en verde, el Señor me ordena: "¡Para en medio, no cruces!"
Yo, desconfiada y con prisas, replico: "¡Pero, Señor, si paro, perderé el bus y llegaré tarde a casa; tendré que esperar mucho más. ¡Ya sabes! Mejor no paro..."
Y me dispongo a cruzar los dos siguientes carriles, estando todavía en verde el semáforo para peatones. En ese instante, teniendo aún el pie en el aire (no había terminado de dar el paso), me siento agarrada por los hombros y echada hacia atrás. A la vez, siento como si un brazo se me cruzara por delante, a la altura de los hombros, impidiéndome seguir. En ese preciso instante, si mi pie llega a tocar el suelo, habría sido embestida por un coche que se había saltado su semáforo; por la fuerza del impacto habría acabado en el subterráneo por donde pasan coches incesantemente... No quiero pensar qué podría haberme pasado...

Me sentí acompañada, pese a que no había nadie, nadie visible a mis ojos... ¡Estaba estupefacta! El par de peatones que había cerca de mí me miraban con asombro, dándose cuenta ellos también de lo que podría haber sucedido...

Lo único que pude articular fue: ¡Gracias, Señor, por salvarme la vida! No sé por qué lo has hecho, pero ¡gracias!" No pude reprimir las lágrimas.

¡No sé por qué el Señor intervino en mi caso! ¡No sé por qué no interviene en otros casos! Lo que sí sé es que el instante en que cerremos los ojos en este mundo para volver a abrirlos para la eternidad puede ser cualquiera. ¡Cuán importante es que lo tengamos presente: cuán importante es que estemos "preparados" para encontrarnos con nuestro Señor! ¡Cuán importante es que caminemos cada momento a Su lado, cogidos de Su mano, obedeciendo Su voz! ¡Qué pena que tan a menudo se nos olvide y gracias al Señor que nos lo recuerda constantemente!

María Staicu.

lunes, 26 de noviembre de 2012

ÁNGELES EN MISIÓN SECRETA


Muchos de  nosotros hemos hablado con un ángel, por lo menos una vez en la vida. Como no se ha mostrado como tal  no hemos sido conscientes de ello. En algún momento este misterio será revelado, y entonces nos sorprenderemos de la cantidad de veces que ha sucedido.

Esta es la parte del ministerio angélico que más llama mi atención. Se traduce en un servicio humilde, sencillo, abnegado, discreto, sin demostraciones de poder, anónimo y eficaz. Cuando los ángeles toman forma humana y se camuflan entre nosotros nos ayudan sin ningún protagonismo. Esta es la esencia de la verdadera grandeza que nos enseñó Jesús, "el cual, siendo de condición divina no quiso hacer de ello ostentación, sino que se despojó de su grandeza, asumió su condición de siervo y se hizo semejante a los humanos, y asumida la condición humana, se rebajó a sí mismo hasta morir por obediencia, y morir en una cruz." Filipenses 2,6-8

No sabemos cuántas veces nos hemos cruzado con ellos,  pero posiblemente más de lo que podamos sospechar o imaginar. Quizá con las citas que voy a compartir ahora con vosotros más de uno se dé cuenta del momento y el lugar en que eso ocurrió. Cuando leí estos textos me puse a pensar y a recordar, y me sorprendí.

Las dejo aquí para vuestra consideración.

"El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende" (Sal. 34:7). Dios envía a sus ángeles a salvar a sus escogidos de la calamidad, a protegerlos de "pestilencia que ande en oscuridad", y de "mortandad que en medio del día destruya" (Sal. 91:6). Repetidas veces los ángeles han hablado con los hombres como un hombre que habla con su amigo, y los ha guiado a lugares seguros. Vez tras vez las palabras alentadoras de los fieles, elevando sus mentes por encima de las cosas de la tierra, y los han inducido a contemplar por la fe las ropas blancas, las coronas y las palmas de victoria, que los vencedores recibirán cuando circunden el gran trono blanco. Hap 124" E. White en: La verdad acerca de los  ángeles. Pág. 23

"El Señor aguzará nuestras percepciones a fin de que comprendamos que estos seres poderosos que visitan nuestro mundo desempeñan una parte activa en toda tarea que nosotros consideramos como nuestra. Estos seres son ángeles ministradores que frecuentemente se presentan bajo la forma de seres humanos. Como si fueran extraños, conversan con quienes están ocupados en la obra de Dios. En lugares solitarios han sido los compañeros de un viajero en peligro. En barcos sacudidos por la tempestad, ángeles bajo la forma humana han dirigido palabras de ánimo para disipar el temor e inspirar esperanza en la hora de peligro, y los pasajeros pensaron entonces que se trataba de alguno de ellos con quien no habían hablado antes.-ATO 82." E. White en la obra citada en la página 304-305.

¿Qué os parece? Lo encuentro muy interesante. Posiblemente sólo necesitemos hurgar en nuestros recuerdos para sorprendernos.

martes, 20 de noviembre de 2012

ÁNGELES Y EXTRATERRESTRES



A veces me preguntan si creo en los extraterrestres. Contesto que sí, pero lo matizo. Extra significa “fuera de.” Todo lo que no es de este planeta es extraterrestre. Simple. No precisa mucha teología ni demasiada ciencia. Dios es extraterrestre, los ángeles son extraterrestres incluso los habitantes de otros mundos son extraterrestres porque no son de aquí. A partir de aquí el planteamiento es muy sencillo.

No creo en extraterrestres de distintas formas y colores que vienen de otros planetas a visitarnos en sus naves multiformes. Sin embargo no quiero decir que no sea real. Pero como muchas cosas que en la vida son una realidad pero no son verdad. Como la luz que vemos en el cielo estrellado. Es real, pero no es verdad, porque lo que ahora se nos presenta a la vista salió de su lugar de origen hace mucho tiempo y ahora es distinta o incluso ha desaparecido. Algunas estrellas ya no existen y sin embargo aún las vemos. Reflexiones que aprendí con mi buen amigo Antonio.

Como soy creyente y confío en lo que dice la Biblia, tengo pistas razonables para creer que hay vida en otros planetas, vidas humanas, pero que no tienen contacto con nosotros debido a nuestra maldad y la separación que eso ha causado con todo lo que es puro, santo y perfecto.

Los seres comisionados por Dios para misiones concretas en este planeta son los ángeles y nadie más, a excepción de Moisés y Elías, en el monte de la transfiguración. La Biblia no da más opciones ni más información. Los ángeles son mensajeros de Dios, ya vimos esto en otra entrada de este blog, cumplen su voluntad e intervienen cuando Dios se lo ordena. Algunos están ocupados en la retención de los cuatro vientos, Apocalipsis 7. Otros en misiones concretas que este gran libro profético describe en diferentes momentos. La Palabra también nos habla de los ángeles custodios en el salmo 34.

A lo largo de la Biblia los ángeles aparecen para ejecutar las órdenes de Dios, protegen, guían, favorecen o impiden situaciones, defienden al pueblo de Dios de los enemigos, toman forma humana y se comunican con las personas… De esto también hemos hablado en otras entradas de este blog.

Entonces, ¿quiénes son los que aparecen en platillos volantes, contactan e interactúan con los seres humanos? La Biblia dice en Apocalipsis que al final de los tiempos aparecerá el anticristo. Este sería un tema muy interesante para una entrada, pero ahora no es el caso. Un sector de la teología cristiana opina, un servidor con él, que será el caído querubín protector el que se hará pasar por Cristo para dar fuerza a los engaños en los que habrá sumido al mundo alrededor del tema del día de adoración a Dios, que según entendemos en la Biblia es el sábado o séptimo día de la semana. El tema de los extraterrestres está muy ligado a la salvación del mundo en los últimos años. Se les ha dado una dimensión mesiánica muy curiosa que llama la atención al investigador bíblico. Cómo va a hacer este ángel caído y sus acólitos para llevar a cabo ese engaño final no lo sabemos, pero las conexiones se van definiendo cada vez más. Curioso.

Creo que es verdad que la gente ve cosas, experimenta situaciones extraordinarias y que hay documentos, fotografías y pruebas de contactos con extraterrestres, pero para mí tienen un origen claro: los demonios engañando a la humanidad con toda clase de posibilidades para apartarlos de la verdad bíblica. Creer que las personas que han vivido estas circunstancias están locas, son débiles mentales o sufren alucinaciones me parece juzgar las cosas a la ligera. Son reales, seguro. Como pastor he vivido momentos extraordinarios y difíciles de explicar que muestran a las claras que las fuerzas del bien y del mal están ahí. Hay seres poderosos que actúan y que, en ocasiones, se dejan ver. He sido testigo de ello. No sólo es real, sino que es verdad y encaja perfectamente con lo que la Biblia explica sobre el desconocido y misterioso mundo espiritual, en el que sólo hay ángeles y demonios.

jueves, 4 de agosto de 2011

LOS ÁNGELES EN EL CONFLICTO FINAL




El libro del Apocalipsis está lleno de mensajeros de Dios que anuncian sus designios, que ejecutan órdenes, que describen fuerzas malignas en acción. Los ángeles y los demonios son protagonistas directos en la gran lucha final. Incluso más de lo que pensamos.

Compartiré con vosotros este tema porque me parece interesante, dado que muchas veces pensamos que estamos solos a la hora de afrontar peligros y los eventos finales de la historia de este mundo. Pero no es así. Hay agentes de Dios en acción permanente y seres caídos trabajando en la dirección contraria. Tomo citas de Ellen White que me parecen muy reveladores. Al final os doy los títulos completos. En el texto sólo pondré siglas.

La Palabra ya dice con claridad: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Ef 6, 12 Las fuerzas del mal hacen todo lo que pueden pero van tomando protagonismo a medida que el tiempo pasa.

El asunto del espiritismo ha ido cobrando protagonismo y se ha extendido sobre la base de la creencia de que el alma es inmortal. Desde este punto arranca uno de los mayores esfuerzos de los ángeles caídos para engañar al ser humano. La serpiente le dijo a Eva: “No moriréis” y ese concepto está presente en toda religión. Lo cierto es que la Biblia afirma que sólo Dios es inmortal y tiene vida propia. “Muchos que rehúsan los mensajes que el Señor les envía están clavando clavos para colgar sus dudas… Está por llegar el día cuando Satanás contestará el pedido de esas personas que dudan y hará numerosos milagros para confirmar la fe de todos los que buscan esa clase de evidencia".- Ev 431-432; Carta 4, 1889.

Efectivamente, todas las dudas sugeridas por los ángeles caídos y que no rechazamos resueltamente con la fe en Dios, volverán a nosotros en el esfuerzo final de los agentes del mal para arrastrarnos al error.

“Muchos tendrán que vérselas con espíritus de demonios que personificarán a parientes o amigos queridos y que proclamarán las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más tiernos sentimientos de simpatía y harán milagros con el fin de sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirles con la verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que los que aparecen como tales son espíritus de demonios.” CS 616

Estudiar la Biblia para saber cómo son las cosas nos puede ahorrar que la acción del mal nos confunda.

Ángeles buenos y malos toman forma humana en el conflicto final:
“Agentes satánicos en forma humana participarán en este último gran conflicto para oponerse a la edificación del reino de Dios. Y ángeles celestiales con aspecto humano estarán en el campo de acción. Los bandos opositores continuarán existiendo hasta el final del postrer gran capítulo en la historia de este mundo.” RH Agosto 5, 1909

“Satanás utilizará cualquier oportunidad para seducir a los hombres y apartarlos de su fidelidad a Dios. Él y los ángeles que cayeron con él aparecerán en la tierra como hombres con la intención de engañar. También los ángeles de Dios se presentarán como hombres, y usarán todos los recursos que tengan en su poder para derrotar las intenciones del enemigo. También nosotros tenemos una parte que desempeñar”. HFM 66.

“Se me ha mostrado que ángeles satánicos en forma de creyentes trabajarán en nuestras filas para introducir un fuerte espíritu de incredulidad… Estos poderes del mal se reunirán en nuestras asambleas, no para recibir una bendición, sino para contrarrestar las influencias del Espíritu de Dios”. 3MS 468-469

“Los malos ángeles en forma de hombres hablarán en este tiempo con los que conocen la verdad. Así venían los hombres a Cristo. Y mezclándose con sus oyentes había ángeles (malos) en forma de hombres, que hacían sugestiones, criticaban, aplicaban falsamente y tergiversaban las palabras del Salvador… Tergiversarán y torcerán las declaraciones de los mensajeros de Dios”. 3MS 469

Así que, como en ocasión de la crucifixión, los ángeles malos están listos para aparecer en forma humana para fomentar el error, engañar y suscitar todo tipo de duda en la mente humana. Enfervorizan y animan a un curso de acción que se desvía del plan de Dios. Están presentes, pero también los ángeles buenos, como hemos leído. Hay más de lo que percibimos, más de lo que somos capaces de imaginar y lo peor es que hasta los creyentes tenemos la tendencia a interpretar esto como una simple parábola de la acción del mal. Sin lugar a dudas, los demonios nos tientan para que nosotros seamos instrumentos suyos, pero cuando se quedan cortos y obedece a directrices mayores asumen el protagonismo y nos engañan durante años. ¡Cuántos habrá que parecen llevar vidas humanas para completar su engaño pero cuyo único objetivo es aparentar respeto y credibilidad sólo para sembrar el mal! No hay imaginación capaz de calcular hasta dónde están llegando en su acción para lograr sus propósitos.

Milagros engañosos:
“No necesitamos ser engañados. Pronto ocurrirán escenas maravillosas con las cuales Satanás estará estrechamente relacionado. La Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará enfermar a la gente y después quitará repentinamente de ella su poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfermos”. 2MS 61

He visto a personas enfermas por el poder del mal. Recuerdo una muy querida para mí. Ha dado testimonio en las iglesias. Debería estar muerto, según los médicos. No una sino unas cuantas veces. Su supervivencia a la enfermedad producida por el mal se debe al poder de Dios. Una niña avisó de que los demonios le pondrían enfermo, que le vendría una enfermedad que no era natural. ¡Vaya si le vino! Un querido colega y yo le asistimos en ese tiempo, le ungimos y pedimos al Señor que lo librara de aquella influencia. Sobrevive y alaba a Dios, testimonia sin temor de lo que ha sufrido y del poder de Dios. Creo que no sólo pueden hacer que una persona parezca enferma, realmente la gente sufre horrores bajo su poder, pero la mano sanadora de Dios está sobre todo aquel que pide ser liberado.

Desastres de todo tipo:
En la misma línea: “Satanás ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de personas perecen en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas…” CS 647-648

Aunque es la acción del ser humano sobre la tierra la que devuelve un interés altísimo por su maltrato, no cabe duda de que ese egoísmo y falta de respeto por la naturaleza están inspirados en el autor de todo mal.

Los ángeles buenos y el pueblo de Dios en el conflicto final:
“En este tiempo, los últimos días de la historia terrena, el pueblo de Dios tiene que ser investido de gran poder. Los ángeles y los seres humanos participarán en la grandiosa obra final”. Carta 251, 1903.

“Cuando el poder divino se combine con el esfuerzo humano, la obra se propagará como fuego en el rastrojo. Dios empleará agencias cuyo origen el hombre será incapaz de discernir; ángeles realizarán una obra que los seres humanos habrían podido tener la bendición de llevar a cabo, si no hubieran descuidado de contestar los pedidos de Dios”. RH diciembre 16, 1885.

Los ángeles estarán presentes en la dirección de los últimos supervivientes fieles a Dios en la etapa final de este mundo. En las cárceles, en las montañas, en cualquier parte.
“Nuestros enemigos nos encarcelarán, pero las paredes de las prisiones no pueden interrumpir la comunicación entre Cristo y nuestras almas. Aquel que conoce todas nuestras debilidades, que está enterado de nuestras pruebas, está por encima de todos los poderes terrenales; y los ángeles podrán visitarnos en nuestras solitarias celdas trayendo luz y paz del Cielo. Las prisiones serán un palacio, porque los ricos en fe morarán en ellas; y las tétricas murallas serán iluminadas por luz celestial”. RH abril 15, 1884.

El último gran engaño. El anticristo:
“El anticristo aparecerá en este tiempo para hacerse pasar por el verdadero Cristo, y entonces se abrogará totalmente la ley de Dios en las naciones de nuestro mundo”. RH septiembre 12, 1893.

“El conflicto ha de seguir cada vez más violento. Satanás tomará el campo y personificará a Cristo. Representará erróneamente, aplicará con falsía y pervertirá todas las cosas que pueda, para engañar, si es posible, aun a los escogidos”. TM 411.

“Disfrazado como ángel de luz… (Satanás) recorrerá la tierra como obrador de portentos. Con hermoso lenguaje presentará elevados sentimientos. Pronunciará palabras agradables y realizará buenas obras. Personificará a Cristo, pero habrá una marcada distinción en un punto. Satanás alejará a la gente de la ley de Dios. A pesar de esto, tergiversará tan perfectamente la justicia, que si fuera posible, engañaría hasta a los mismos escogidos. Cabezas coronadas, presidentes y dirigentes importantes aceptarán sus falsas teorías”. RH agosto 17, 1879

“El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará por Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo habrá venido. En varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en Apocalipsis. La gloria que le rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales. El grito de triunfo repercutirá por los aires, “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” El pueblo se postrará en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos como Cristo bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada aunque llena de melodía. En tono amable y compasivo, enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de gracia que pronunciaba el Salvador, cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y manda que aquellos que persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible”. CS 682.

Tremendo. Pero la Palabra ya nos advierte de esto: 2 Tesalonicenses 2, 9; 2 Corintios 11, 14; Mateo 24, 24.

Ev: Evangelismo.
CS: El Conflicto de los Siglos.
HFM: The Health Food Ministry.
RH: Review and Herald.
MS: Mensajes Selectos.
TM: Testimonios para los Ministros.

viernes, 17 de junio de 2011

UNA CONVERSACIÓN ENTRE GABRIEL Y HAZIEL


Su espalda es ancha. La luz que contempla de frente con su mirada aguda dibuja su perfil alado de forma gloriosa. Está mirando hacia el trono siempre rodeado de un brillo inaccesible, excepto para él y algunos privilegiados.

Es Gabriel. Pensativo. Su mente está centrada en la voluntad de Dios. Su amor hacia la raza humana es de dimensiones inmensurables, pero nunca tan infinito como el de su amadísimo Creador. Sus ojos limpios y refulgentes reflejan serenidad y un tono de preocupación, de tristeza insondable. Haziel le aborda buscando consejo. Sus miradas se encuentran en un abrazo de amor intenso.

H- ¿Tú crees que queda mucho? Cada misión en Tierra me llena de tristeza y dolor. El mal domina y ciega los ojos de los humanos. A veces siento impotencia ante su terquedad. Ese es el poder de las tinieblas. Ven lo malo como bueno y lo bueno como malo. Su mente está entenebrecida y los rodean los demonios. No me permiten el acceso. Su rabia, dolor y sufrimiento constituyen una permanente rebelión contra el amor de Dios. No quieren aceptar el camino que les proponemos de parte de Dios.
Se me hace muy duro porque sabiendo del poder que se pone a su alcance, son muy pocos los que aceptan sinceramente ese potencial. Los que lo alcanzan, aunque sea en pequeños atisbos, me llenan de esperanza. Su vida cambia ante mis ojos. Sus rostros reflejan paz. Sus pensamientos adquieren brillo, su voluntad se hace fuerte contra sus debilidades. Me dan libertad para actuar y siento el poder del Altísimo que fluye a través de mí  para ellos. Pero, ocurre tan pocas veces… Cada vez menos y con menos de entre ellos. Estoy preocupado. La maldad está llegando a su colmo y la copa está a punto de desbordarse.

G- Sí Haziel. Así es. Todo está llegando a su final. Me invade la pena al pensar en la cantidad de estas pobres criaturas que hinchados de su propio gas letal están a punto de reventar para siempre. Me parte el corazón comprobar una y otra vez esa situación que describes. Sí, queda poco. Muy poco. Ellos no pueden imaginar cuán poco. Ni siquiera nosotros con todo nuestro conocimiento. Pero Dios Padre se mueve y da órdenes precisas. Su Hijo está terminando su labor y realiza los preparativos para salir del templo. Todo está a punto mientras la maldad crece en Tierra. Siento que sus últimas indicaciones están orientadas hacia los últimos detalles.
El planeta perece y se seca. También está dando señales desde hace tiempo. La orden de soltar los cuatro vientos ha sido ya escrita y pronto será ejecutada. El corazón me duele cuando pienso en ellos. Tan sumergidos en sus tareas, sus ambiciones, sus obsesiones, su egoísmo, su ciega necesidad de ser felices buscando en las fuentes equivocadas. Mi mente bulle de pena cuando veo a sus hijos en las iglesias contaminados por esa marea infecta de hedonismo. Buscan sólo su bienestar y sacrifican a sus padres, a sus cónyuges, a sus hijos o a sus amigos. No ven la maldad en sus decisiones. Son capaces de sacrificar el don eterno por un poco de placer y lo que llaman felicidad. No saben. No ven. No entienden. No comprenden.

H-Entonces todo caso está ya decidido por su propia aceptación del bien o del mal. Ya es hora de que este infierno en el que han convertido Tierra o llegue a su fin. Apenas son conscientes de todo el sufrimiento y el dolor a su alrededor. La televisión apenas les acerca a ese terrible paisaje, pero ellos le dan la espalda y tratan de continuar como si no pasara nada. Lo llaman supervivencia. Sólo unos pocos permanecen sensibles y son capaces de sacrificar su propia vida para aliviar a otros. Sí, se termina mi amado Gabriel. Por fin podremos abrazarlos y consolar su corazón malherido. Mi espíritu vibra cuando pienso en todo lo que el buen Padre les ha preparado para su felicidad eterna. La verdadera felicidad.
¿Alguna orden para mí?

G- Sólo permanece atento a la mente del Padre de todos. El Hijo hablará por él. Mira cómo se mueven las huestes de hermanos. Los preparativos están en marcha. Es impresionante observarlos. Son una multitud fascinante. Han previsto ya las trompetas. Todos están ya listos esperando órdenes. A pesar de ser seres de quietud aflora en sus rostros esa ilusión y casi impaciencia para partir hacia Tierra. Todo está dispuesto.
¿Sabes lo que más me fascina Haziel? La forma como han sobrevivido al poder del mal y han dejado al Padre de todos que actuase en sus vidas. Es algo en lo que me deleitaré por siempre. Escuchar de sus propios labios esa experiencia fascinante ha de ser sorprendentemente inagotable.
Nosotros nunca nos hemos apartado de la Gran Mente, pero ellos… Nosotros no sabemos lo que es convivir con el mal en nuestro propio interior y con ese poder abrasador del Padre que funde el egoísmo. ¿Cómo han podido soportarlo? Sé que en permanente pugna, porque las tinieblas son frías como el hielo de Orión.
A veces, como bien dices, mi querido hermano, los vemos cambiar ante nuestros maravillados, emocionados y asombrados  ojos. Nosotros conocemos el poder del que Es, pero ellos tienen una comprensión distinta y, si me dejas decirlo, más abarcante. Esa lucha diaria es totalmente cruenta porque el mal  no quiere dar opciones. Sin embargo, el poder del que amamos es infinito y cuando dejan que les llegue, aunque sea en pequeñas dosis, produce verdaderos prodigios. Un poco de luz se impone sobre la oscuridad más impenetrable.
Tienen fe y a la vez dudan. Nuestro amado Prínipe se lo dijo: “Como un grano de mostaza”… Capaces de grandes proezas y de estrepitosas derrotas. En un momento triunfan sobre su miedo e incredulidad y en el siguiente caen en el abismo. Nos enseñan, como nosotros no podremos vivirlo nunca por nuestra fidelidad, que el éxito permanente depende de la realidad de la Gran Presencia en sus vidas. Sí, nosotros lo sabemos, pero ellos lo sufren duramente cuando se apartan del Espíritu.

H- Sí, es nuestro tema de conversación permanente. ¡Cuántas veces les susurramos a los oídos acerca de la importancia de escuchar la voz del Espíritu! ¡Cuánto nos esforzamos en hacerles llegar la luz blanca del amor del Eterno! Cuando escuchan y siguen la Voz se sienten en paz, se sienten bien, enfrentan cualquier ataque de la oscuridad con seguridad. Su imprudencia y el poder del mal me generan mucha pena. ¡Tan susceptibles de recibir ayuda y tan incapaces de aceptarla!

G- ¿Lo has percibido? El Rey de reyes  llama.

H- Sí, ahora. El Hijo se desplaza y nos llama para el regreso. ¡Por fin! ¡Mi corazón late apresurado! La hora ha llegado.

G- Vamos, buen amigo. Mientras en Tierra suceden todavía algunas cosas el Hijo está a punto de pronunciar su declaración final. Los tiempos suceden distintos en Tierra y aquí, pero estamos a punto de escuchar: “Ya casi da igual que el pecador siga pecando, que el manchado se manche aún más, que el bueno se haga mejor y que el consagrado a Dios se entregue aún más a él. Estoy a punto de llegar y voy a recompensar a cada uno conforme a su conducta. Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. ¡Dichosos los que han decidido lavar sus vestiduras para tener acceso al árbol de la vida y poder entrar en la ciudad a través de sus puertas! ¡Fuera, en cambio, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todos cuantos hacen de la mentira el programa de su vida!”

miércoles, 27 de abril de 2011

UNA VOZ SUAVE Y DULCE



Cuánto más leas este blog más afirmarás dos posibilidades, o quizás una tercera: cerrar y dar la espalda, observar por la mirilla, o abrir la puerta. Sí, porque parece increíble que pueda estar compartiendo todo lo que lees aquí. Muchas preguntas vienen a tu mente como vinieron a la mía. “¿Es posible realmente todo lo que me están contando?” O, “mira, hazme un favor y cuéntame cosas que sucedan a gente de estos lares porque tengo la sensación que esto sólo les ocurre a personillas de otros países”…, con el consiguiente prejuicio cultural que esconde esta afirmación…

Sabéis de lo que hablo. Por eso, los relatos de personas de otros países están mezclados con experiencias de la gente de aquí, tan racional, inteligente, preparada, empírica, desarrollada, estudiosa, reflexiva, juiciosa, lógica y razonable. ¡Ay, que se me escapa el sarcasmo por los dedos y no me gusta! Os pediría disculpas y os diría que me he dejado llevar, pero en una redacción un pelín elaborada eso no cuela. Bueno, vale, lo siento, pero es que es una autocrítica que me impongo, no puedo presumir de nada porque en este prejuicio he caído yo mismo.

No, no es casual. Hemos llegado a pensar que ese tipo de cosas sólo les ocurre a las personas de grado mental inferior, manipuladas, enfermas, esquizofrénicas, obsesivas e iluminadas. Lo he escuchado muchas veces. Yo mismo lo pensé durante un tiempo y en círculos cerrados lo hemos comentado. Nunca se dice en público para que el hermanito que se cree tocado por el dedo de Dios no se ofenda, ni se sienta humillado, pero subyace en el fondo un espíritu que se cree superior al otro. A ese al que le pasan cosas que no encajan en nuestra mente racional. Sé de lo que hablo, lo he vivido muchos años. Lo hemos compartido juntos. También contigo, si me estás leyendo y me conoces desde hace años.

Ahora ya no. Por eso también me atrevo a contarte cosas que me han sucedido a mí mismo desde hace tiempo. Válgame la insistente redundancia. De forma ocasional, en años pasados,  porque nunca abrí demasiado la puerta a esa forma de vivir con Dios, y ahora de forma continua porque por me atreví a intentarlo desde el fondo del pozo, pero esto ya te lo he contado en otras entradas en este mismo blog.
Esta historia que comparto contigo  no es de nuestro continente. No será la primera ni la última, sucede allí y afortunadamente sucede aquí.

Un domingo, Elia Martínez, de Colombia, visitó a un comerciante y a su esposa en su hogar. Elia era colportora, vendedora de libros religiosos en su país. El matrimonio se mostró excitado desde el primer momento. Mientras Elia presentaba los libros sentía una creciente extrañeza ante su inusitado interés. Al final de su presentación él le preguntó: “Usted dijo que con esta obra nos traerá la Biblia. Entonces anóteme. ¿Usted cree en Jesús?”
Elia respondió: “Claro que sí”.
A continuación le contó que hacía cinco días que él y su esposa habían tenido un mismo sueño y a la misma hora. Esa noche, él se había despertado impresionado y despertando a su esposa le dijo: “Despierta, que te voy a contar algo hermoso”. Acababa de soñar con Jesús. Lo había visto amable y atrayente y había oído una voz suave y dulce que le había dicho: “Sigue a Jesús. Ten fe en él. Pronto vendrá una persona que te explicará más”.
La esposa se emocionó muchísimo porque acababa de tener el mismo sueño y había escuchado la misma voz con idéntico mensaje.

En medio del relato, ella añadió un detalle que conmovió a la colportora. Le dijo: “Esa voz suave y dulce que oí en mi sueño era la misma voz de usted”. Entonces añadió: “Venga a enseñarnos la Biblia”.
Esa misma semana Elia comenzó a estudiar la Biblia con ellos y  empezaron a asistir a la iglesia.

¿Raro? No. He conocido a personas así. Mi propia madre una vez tuvo un sueño que le advirtió de una mujer a la que no debía recibir, o por lo menos ella tuvo una extraña sensación de peligro cuando la vio subir las escaleras de mi casa. En el sueño una persona llamaba al timbre y un vecino la abría la puerta. Comenzaba a subir las escaleras y mi madre se asomó a ver quién era; nosotros vivíamos en el último piso. Su mirada se cruzó con la de la visita y ella sintió miedo.
Se levantó al día siguiente con aquel mal cuerpo que le dejó el sueño y con el rostro de aquella señora grabado en su memoria. Nunca la había visto. En ese tiempo mi madre se debatía entre algunas opciones religiosas. No tenía claro si debía quedarse donde estaba, explorar otras opciones. No tenía la seguridad de en qué iglesia recalar.

Sorprendeos. Durante la mañana llamaron a los timbres. Una vecina abrió. Le gente no eran tan desconfiada hace más de cuarenta años. La señora que había llamado empezó a hablar con la vecina del primero. Era una mujer de determinada filiación religiosa. Mi madre se quedó escuchando en el hueco de la escalera con curiosidad. La vecina la despachó amablemente y siguió subiendo la escalera para seguir llamando a las puertas. En  una casa de tres pisos, los que habéis estado alguna vez en mi casa lo sabéis, es fácil controlarlo. Cuando estuvo en el ángulo de visión de mi madre y la observó, se le heló la sangre en las venas. ¡Era la señora del sueño! La susodicha señora no llegó a alzar la mirada hacia mi madre, pero ella la reconoció perfectamente. Era la señora de su extraña pesadilla.
Se metió en casa corriendo y cuando llamó al timbre, previa visita a la vecina del segundo, no abrió la puerta y se hizo la ausente.

¿Casualidad? Cuando ella explicaba esto siempre insistía en que nunca había visto a aquella buena mujer, pero para ella el mensaje de Dios fue claro: “Esta opción no te conviene. No la escuches”. Desde aquel día mi madre frecuentó más la iglesia que tú y yo conocemos bien. Se sintió llevada por la mano de Dios y protegida de rodeos. Otros deben darlos, mira por donde, pero el Señor conoce lo que a cada uno le conviene más.

Conocí a una señora extraordinaria que dio muchos rodeos para encontrarnos. Lourdes. Escucharla es comprobar cómo la fe de una persona es capaz de rebuscar hasta debajo de las piedras con tal de encontrar lo que necesita. Ella es muy racional. Es una mujer muy culta y preparada. Pero el Señor no le dio respuestas inmediatas. Tuvo que leer aquí y allá, tuvo que estudiar con estos y con aquellos para llegar a conclusiones que su mente pudiera haber asimilado, racionalizado y comprendido. No se hubiera quedado a las primeras de cambio con lo que ahora tiene. Tuve el privilegio de bautizarla. 

Otro hubiera protestado a Dios por tanto rodeo, pero ella daba gracias al Señor por haberla llevado con paciencia hasta el camino que buscaba. Sí, se preguntó muchas veces el porqué de una búsqueda tan larga, pero en nuestras conversaciones, pareció quedar claro que tenía que ser así. No es que Dios se esconda sino que nos prepara para recibir el mensaje que tiene listo para nosotros cuando llega el momento oportuno. No nos abandona, nos acompaña, nos guía y cuando por fin encontramos nada nos mueve del sitio porque hemos alcanzado la seguridad y la convicción de que hemos hallado lo que anhelábamos.

Mi madre no era así, era más sencilla en sus planteamientos, pero también dio sus rodeos y tuvo su tiempo de decisión. Alguno me dirá, acabas de caer en una contradicción porque esto que dices ahora no encaja con tu discurso del inicio. Pues mira, no. Porque yo he sido como Lourdes, y creo no haber perdido un ápice de racionalidad, que no es sinónimo de inteligencia, no nos confundamos, todos somos inteligentes y hay muchos tipos de inteligencia, y en cambio estoy viviendo cosas que antes sólo les ocurrían a personas que yo tildaba de crédulas. Ya ves que paradoja. No hay dos casos iguales.

Como vengo diciendo hace tiempo: “Atrévete, déjate ir, aparca tus defensas intelectuales y ábrete a otra forma de vivir la fe. Curiosamente no perderás inteligencia ni intelectualidad, sino que la enriquecerás”. Nadie es mejor que otro por creer esto o aquello o por vivir las cosas de una forma o de otra. Lo que comparto aquí contigo es una alegría por haber descubierto salas del palacio de la fe que para mí habían estado cerradas porque nunca quise usar la llave que me ofrecían, pero estamos en el mismo palacio. El mismo que el de las personas que no creen, ya ves. Porque soy de los que piensan que Dios bendice y ayuda a todas las personas de buena voluntad. 

miércoles, 13 de abril de 2011

LUCHAS INVISIBLES


Es difícil hacerse una idea real del conflicto que los ángeles y los demonios libran por ayudarnos o destruirnos, según sea el caso.

En ocasiones… Veo muertos. ¡No, no! ¡Ja, ja, ja! Es casi imposible decir estas dos palabras sin acordarse de la película: “El Sexto Sentido”. Ahora en serio, en ocasiones el velo se descorre. Los ojos humanos son abiertos a esa otra realidad oculta y contemplamos sucesos extraordinarios. Esto que voy a relataros ocurrió en Uruguay.

En la ciudad de Florida había un colportor. Para los que no saben lo que significa esta palabra super-hiper-mega-adventista, diremos que es un vendedor de literatura adventista que contiene el mensaje de salud integral que predicamos: mental, espiritual y físico. Para abreviar. Dicho colportor, en su trabajo diario, había contactado con un grupo de espiritistas que se interesaron en su mensaje religioso. Este hombre, no obstante, fue trasladado a otro territorio y este grupo pasó a ser atendido por el director de colportores de la zona.

En la primera oportunidad en que el director les contactó, el médium, director de las reuniones del grupo espiritista y canal de comunicación con los espíritus, lo invitó a que les hablara en su sesión nocturna. Ese día sucedieron cuatro claras evidencias del poder de Dios.

La primera fue ésta. Cuando el director de colportores fue a preparar el estudio bíblico que iba a presentar en ese primer encuentro, oró al Señor y recibió una respuesta inmediata. Todavía estaba orando, cuando vino a su mente con total claridad, todo el esquema del tema que debía presentar. Vio cada una de sus partes y la forma de introducir a Jesús dentro del estudio. Los que estamos acostumbrados a predicar sabemos que el Espíritu Santo actúa así. Es sencillamente sorprendente, no se puede explicar. De manera que para mí esta evidencia es totalmente fiable.
Antes de levantarse de la oración agradeció al Señor por su respuesta increíble. Tenía la convicción de que aquella noche iba a suceder algo extraordinario. Esta convicción acompaña a la presentación de un tema si hemos dejado que Dios abra nuestro entendimiento a su voluntad.
Este hermano nunca había asistido a una sesión espiritista, y se sentía curioso pero estaba tranquilo. Confiaba plenamente en que los malos espíritus no podrían hacer nada en presencia de un enviado de Dios y de su ángel. Para los adventistas los muertos yacen en la memoria de Dios y su consciencia perdida en la tierra del olvido. Creemos en la resurrección, en el día final, y entretanto los muertos desaparecen porque la materia vuelve a la tierra de dónde salió. Para nosotros los fantasmas son demonios que asumen la forma humana para engañarnos y hacernos creer en lo que la Palabra no dice. Pero éste es otro tema. Sólo lo refiero para explicar este punto.
Cuando el director llegó a la reunión encontró una habitación escasamente iluminada y a una veintena de personas sentadas en semicírculo junto a uno de los extremos de la estancia. El médium estaba sentado frente a ellas, detrás de una gran mesa.

Ésta fue la segunda evidencia. La sesión empezó en seguida. El médium leyó media página de un libro espiritista e invocó a los espíritus. Ninguno respondió. Volvió a leer otro párrafo de su libro y a llamar con más ahínco y fervor a los seres del más allá… Repitió estos intentos durante unos veinte minutos sin resultado visible alguno.
Durante todo ese tiempo, el director de colportores estaba orando en silencio por aquellas personas. Finalmente, el médium, claramente frustrado, cerró su libro, lo arrojó nerviosamente sobre la mesa, e invitó al director a hablar. De manera que no se produjo ninguna manifestación de los espíritus habituales.

La tercera evidencia fue ésta. El colportor sintió que el poder de Dios estaba con él y en los demás. Sucedió algo, que un predicador conoce bien. Mientras presentaba el estudio, sintió  una claridad mental y una libertad de exposición que no reconocía como propias. No le eran naturales y no las había experimentado antes. Los oyentes estaban muy atentos y realmente interesados. Cuando terminó el estudio, el médium le dijo con insistencia: “¿Cómo? ¿No nos habla más? Siga, que queremos conocer más de la verdad”. Entonces el colportor les dio un segundo estudio bíblico.

La cuarta evidencia es muy especial. El colportor regresó a casa. Su esposa estaba acostada. A la mañana siguiente ésta le preguntó: “¿Dónde estuviste anoche, a eso de las ocho?” Él contestó: “Predicando en una sesión espiritista. ¿Por qué?” “Porque anoche, a esa hora, sentí la impresión de que estabas en grave peligro y me puse a orar por ti.”
El colportor siguió asistiendo  a esas reuniones. Desde su primera visita se transformaron en un tranquilo y sencillo estudio de la Biblia.
Después de la séptima reunión, el director pensó que ya era tiempo de explicarles la verdad acerca del estado de los muertos y de su error con su experiencia espiritista. Para ello visitó primero al médium en privado. Éste le reveló entonces algo escalofriante pero muy importante. Le contó acerca de la silenciosa e impensable lucha espiritual que se había librado en ocasión de su primera visita al grupo. En esa ocasión, una señora había llegado tarde a la sesión, cuando el colportor ya había iniciado su discurso. Abrió la puerta de la habitación y quiso entrar, pero vio agazapada detrás del médium, una tenebrosa figura, de expresión maligna. Tanto se asustó, que no se animó a entrar y retrocedió hasta que recuperó el aliento.
Cuando se repuso del susto, abrió de nuevo la puerta y se asomó un poco más, para ver al colportor que estaba hablando en el lado opuesto al del ser que continuaba allí visiblemente fastidiado. Detrás del colportor vio un resplandeciente ángel blanco, con las alas extendidas sobre el director, protegiéndolo del mal espíritu que seguía amenazante detrás del médium.
La señora se quedó contemplando extasiada al ángel de luz, hasta que alguien la invitó a entrar definitivamente y a sentarse.
Al oír este relato, el colportor entendió porqué en aquella primera visita, y en las siguientes, no hubo ninguna manifestación espiritista y por qué había sentido tanta libertad mental y tanto poder para presentar el estudio bíblico.

Diez de aquellas personas espiritistas se unieron a la iglesia adventista. Los primeros fueron el médium, de nombre Longino, y su esposa. El colportor que los encontró fue Catalino Paiva, y el director de colportores que los instruyó fue Nicolás Chaij.

Ahí queda el relato. Interesante, ¿no es cierto? A nuestro alrededor hay una pugna constante por nosotros. Unos quieren nuestro bien, otros nuestro mal. Siempre están actuando. Cuando se lo pedimos y cuando no se lo pedimos. Podemos solicitar a Dios que los ángeles de luz nos sostengan en todo momento y si no perdemos de vista el poder de Dios y nos mantenemos en permanente conexión con él, lograremos más cosas de las que habitualmente conseguimos.  Como Pedro, andando sobre las aguas, podemos llegar a pensar que es fácil hacerlo por nuestros propios medios. La experiencia de Pedro nos enseña que necesitamos depender constantemente del Señor. Veo sonreír a algunos… ¿No os lo creéis? Atreveos a probar, es fascinante. No saldréis defraudados de la dirección de Dios en vuestras vidas. Abrazos a todos.

En ocasiones veo… ¡Cosas maravillosas! ¡Disfruta de la vida junto a Dios!