lunes, 21 de enero de 2008


MITOS Y LEYENDAS
Más que hablar de mitos y leyendas sería interesante que echáramos un vistazo a la única y directa fuente de información segura sobre los ángeles. Las invenciones, la tradición y los añadidos personales, caerán por su propio peso cuando contrastemos lo que la Biblia dice sobre los ángeles, su origen, su naturaleza y misión. Más allá sólo cabe la imaginación. Aún con lo que sabemos no hay para afirmar a ciencia cierta cuál es el sexo de los ángeles ni si tienen alas o son como se nos aparecen en realidad. El profeta Ezequiel ve cosas que a nosotros nos parecerán dignas de una película de Star Wars o Narnia…, llamas, cuatro caras, varios pares de alas, ruedas que cantan. En fin, de la realidad a lo que es puede haber el mismo trecho que de la descripción de la televisión hecha por un hombre de hace 4000 años a lo que nosotros conocemos con toda naturalidad y referencialidad.
Desde luego no es un tema trascendental. No depende de él nuestra salvación ni es un asunto que nos quite el sueño. Precisamente por eso es un tema amable, agradable de tocar e interesante. Sin pretender decir que los otros temas importantes nos quiten el sueño o nos causen preocupación, por lo menos cuando se conocen bien proporcionan mucha paz. Pero la cuestión es que la angelología no plantea debates irritantes ni divide a nadie. Que sean como quieran, sabemos que son seres de luz, de amor y enviados por Dios. El resto entra a formar parte de los sentimientos y consecuencias que de esas presencias invisibles se derivan: protección, seguridad de la presencia de Dios, paz, comprensión de la Palabra, acción del Espíritu Santo, presencia de Dios… No acabaríamos.
Podemos plantear un sencillo esquema para tratar el estudio: origen y naturaleza, misión y testimonios, pero sin pretensiones más allá de lo que supone un acercamiento para el que no disponemos de abundante información. Será práctico sacar alguna conclusión a cerca de cómo sirven a Dios, del ejercicio de su propia libertad y de la obediencia estricta a Dios y relacionarlo con nuestra propia vida.
SIGNIFICADO DE ÁNGEL
La palabra ángel significa mensajero. Tomamos de wikipedia una información básica y al alcance de todo el mundo: “La palabra española procede del latín angelus, que a su vez deriva del griego ἄγγελος ángelos, ‘mensajero’. La palabra hebrea más parecida es מלאך mal'ach, que también significa ‘mensajero’. «Ángel» también se usa en la Biblia para las siguientes tres palabras hebreas:
• אביר abbir, Salmos 78,25 (literalmente ‘poderoso’)
• אלהים Elohim, Salmos 8,5
• la oscura שנאן shin'an, Salmos 68,17”
Esta pequeña introducción nos vale para entender que los ángeles traen mensajes del cielo hasta la tierra puesto que son enviados por Dios para ello.
Son la primera creación de Dios. Antes de que creara el universo y al ser humano, los ángeles ya están ahí. La presencia en el huerto del Edén del árbol del conocimiento del bien y del mal nos habla de que Lucifer ya hace tiempo está obrando como adversario de Dios y rebelde que puede llegar a tentar a la pareja, pero sólo en el lugar que Dios ha delimitado. En Job 38: 7 se habla de ellos como las estrellas del alba que adoraban a Dios antes de que se echaran los fundamentos de la tierra.
CLASIFICACIÓN
Hay pocas cosas que la Biblia diga sobre los ángeles y en la cultura popular hebrea encontramos rastros de un mayor conocimiento. Pablo, por ejemplo, declara que nuestra lucha no es contra carne ni sangre sino contra: “principados, potestades, dominadores y espíritus del mal.” ¿Es una clasificación? ¿Son sólo adjetivos distintos para la misma hueste? No lo sabemos al cien por cien aunque por las pistas que encontramos en la Biblia, parecen haber diferencias interesantes entre los componentes de este ejército celestial.
La Biblia, como estamos señalando, indica específicamente varios grupos:
• Los serafines, que aparecen en el libro de Isaías, 6:2. En este capítulo se describe el trono de Dios. ”Encima de él había serafines. Cada uno tenía seis alas; con dos cubrían su rostro, con dos cubrían sus pies y con dos volaban. Y uno al otro decían: “Santo, santo, santo es el Eterno Todopoderoso, toda la tierra está llena de su gloria.”
• Los querubines. Aparecen más veces citados en la Biblia. En Génesis cuando Dios coloca dos querubines con espadas encendidas para que Adán y Eva no entren en el huerto del Edén después de pecar y tomen del árbol de la vida. Gén 3: 24. Cuando se le dice a Moisés cómo debe construir el arca, que representa el trono de Dios. Ex 25: 18 y 37: 7. Con lo que deducimos que los querubines están en la inmediata presencia de Dios como veremos después en el texto de Ezequiel. También en 1 Sam 4: 4 citando el arca. Cuando se dice que el Señor voló sobre uno de ellos en 2 Sam 22: 11, cita que encuentra su paralelo en Sal 18: 10. En 1 Rey. 6: 23 1 Rey 8: 7 y 2 Cr 3: 10 cuando se describe la fabricación artesana en madera y cubierta de oro de los dos querubines del templo en el lugar Santísimo. Ez 9:3 sitúa a los querubines junto a Dios. En Ez 10, cuando se describe explícitamente a los querubines de una forma fantástica. Ez 28: 16 declara que Lucifer era un querubín antes de la caída. Parece haber sido alguien de mucha relevancia en el cielo y con grandes responsabilidades, situado al lado de Dios y protector. Son citados también en Sal 80: 1 y 99: 1 y en He 9:5

Más allá de esta información sobre sus jerarquías, debemos remitirnos a tradiciones y leyendas. En los libros apócrifos, o deuterocanónicos, no obstante, hay referencias a una categoría especial como son los arcángeles, que parecen superiores en poder. Entre ellos, el propio Lucifer, Miguel, Gabriel, o Rafael. Este último nombre conocido también desde estos escritos apócrifos. Para el que escuche hablar por primera vez de estos libros bíblicos, son aquellos que el pueblo de Israel, en el AT, y la iglesia, en el NT, jamás consideraron dentro del canon bíblico, pero que aportan datos históricos y relatos curiosos.

SU NATURALEZA Y SU NÚMERO

La Biblia declara que el hombre es de naturaleza un poco inferior a los ángeles,
Sal 8: 1 Sabemos que los ángeles son espíritus, o de naturaleza espiritual, como declara He 1: 7 Pero también es cierto que tienen la facultad de hacerse ver por quien quieren, ver caso del asna de Balaám, Nm 22: 23, por poner un ejemplo. El Salmo 103: 19-21 les califica como ministros que hacen la voluntad de Dios, poderosos en fortaleza y formando un ejército celestial. En Apocalipsis 5: 11 se nos habla de miles de millares y diez mil veces diez mil. El millar, y sus sumas o multiplicaciones, representan, en la numerología bíblica una cantidad incontable. El apóstol Pablo habla de muchos millares o miríadas, según versiones, en He 12: 22. Millones de millones, Dan 7: 10
Algunos de aspecto como un relámpago y vestiduras blancas como la nieve, como el que aparece en ocasión de la resurrección de Jesús, Mat 28: 3-4
Fuertes e invencibles. Senaquerib, el rey asirio, vio diezmado su ejército de ciento ochenta y cinco mil hombres por un solo ángel del Señor, ver relato en 2 Rey 19: 35 y 2 Cr 32: 21.
(Continuará…)

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